El apasionante mundo de los gatos ha trascendido los límites de ser simplemente mascotas para convertirse en una auténtica cultura global. Desde las antiguas deidades del Egipto ancestral hasta los reyes indiscutibles del internet moderno, estos felinos han conquistado corazones y han generado un fenómeno que despierta admiración y devoción en millones de personas en todo el mundo.

Bajo el término informal y humorístico de «gatolicismo», se describe esta pasión y devoción hacia los gatos que va más allá de lo común. Aunque no se trata de una religión en sentido estricto, el concepto juega con la idea de un culto o adoración hacia estos felinos. Lo que refleja el fuerte vínculo emocional y la fascinación que generan. El auge de este fenómeno fue impulsado en gran medida por la era digital y las redes sociales. Ya que la virtualidad permite que millones de fotos y videos de gatos sean compartidos diariamente. Por ejemplo, celebrando su encanto, travesuras y momentos cotidianos que despiertan sonrisas y emociones entre sus seguidores.

Voces de expertos

La relación entre humanos y gatos ha sido objeto de estudio por parte de expertos en el campo de la psicología animal. La veterinaria Jimena Mangas, especialista en Bienestar Animal de la Universidad de Buenos Aires (UBA), destaca que «los gatos se han adaptado a lo largo de los siglos para comunicarse con los humanos. Lo que ha fortalecido el lazo entre ambas especies».

La doctora Patricia Pendry, de la Universidad Estatal de Washington, resalta en sus investigaciones las interacciones sutiles pero poderosas que ocurren entre humanos y gatos. Estas interacciones generan una sensación de conexión especial, donde los gatos parecen elegir a ciertas personas. Lo que despierta un interés y una fascinación que «se vuelve casi adictiva».

El vínculo entre humanos y gatos no solo se limita a lo emocional, sino que también tiene impactos positivos en la salud mental. Según diversos estudios y expertos en psiquiatría, la compañía de animales, como los gatos, puede reducir el estrés, fomentar la empatía y la compasión, y brindar una sensación de compañía que alivia la soledad.

En resumen, el fenómeno de los gatos va más allá de lo que se ve a simple vista. Es un reflejo de la conexión profunda entre humanos y animales. Y de cómo estas relaciones pueden enriquecer nuestras vidas de múltiples formas, desde el entretenimiento hasta la mejora de nuestra salud mental y emocional.