El Gobierno nacional está buscando anticiparse al debate en el Senado respecto a la Ley Bases. Aún cuando la discusión ni siquiera comenzó en Diputados. La certeza de que el proyecto de Javier Milei logrará la media sanción en la Cámara Baja ya desvió la atención hacia el Senado. Y es que allí las voluntades se encuentran en un equilibrio precario debido a la inflexibilidad de algunos gobernadores patagónicos. Esta situación ha llevado al Gobierno a buscar una solución inusual en el norte del país. Fuentes de Casa Rosada indicaron el inicio del contacto con un gobernador kirchnerista que podría inclinar la balanza a favor del proyecto.

Se trataría del gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, conocido por su respaldo al kirchnerismo a lo largo de los años. Sin embargo, en el último tiempo se ha mostrado más conciliador y pragmático, en comparación con otros líderes provinciales. Su influencia sobre los tres senadores de su provincia, todos del Frente Nacional y Popular, se considera estratégica en este momento. Aunque los contactos comenzaron de manera informal la semana pasada, se espera que se intensifiquen en los próximos días.

Si bien no se puede asegurar un apoyo directo, el objetivo es lograr que algunas ausencias en la votación beneficien al proyecto en el Senado, donde se necesitan 36 votos para su aprobación. Este enfoque hacia gobernadores menos alineados refleja la preocupación por el endurecimiento de los mandatarios patagónicos, que podría complicar la aprobación del proyecto en el Senado.

Aunque algunos senadores de Juntos por el Cambio podrían sumarse al apoyo, la incertidumbre radica en legisladores independientes o de otros partidos, cuyo voto no está asegurado. Esto añade una capa adicional de complejidad a la estrategia del Gobierno para asegurar la aprobación de la Ley Bases en el Senado.