La salud renal es fundamental para el correcto funcionamiento del organismo, y la dieta juega un papel crucial en su mantenimiento. Según los expertos, una alimentación equilibrada puede prevenir complicaciones como la diabetes y la hipertensión, que afectan directamente a los riñones.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) enfatiza la importancia de una alimentación saludable para proteger contra diversas enfermedades. Recomiendan consumir al menos 400 gramos de frutas y verduras al día, destacando que ciertas verduras son especialmente beneficiosas para la salud renal.

Entre estas verduras, la lechuga se destaca como una opción saludable y de bajo contenido calórico. Con solo 15 calorías por cada 100 gramos, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, la lechuga es rica en fibra. Lo que contribuye a la digestión, absorción de nutrientes y regulación del tránsito intestinal. Esto la convierte en un componente ideal para mantener un peso saludable y alcanzar las recomendaciones diarias de fibra para adultos.

Además de su contenido en fibra, la lechuga contiene compuestos antioxidantes como las antocianinas y el betacaroteno. Los cuales combaten los radicales libres y contribuyen a la prevención de enfermedades oculares, diabetes y otras afecciones crónicas. También es una buena fuente de vitamina K, esencial para la coagulación sanguínea y la salud ósea.

La alta concentración de agua en la lechuga, cerca del 95% de su volumen, contribuye a la hidratación del organismo, estimula el buen funcionamiento de los riñones y ayuda a prevenir la formación de cálculos renales. Esta propiedad también es beneficiosa para la prevención de infecciones urinarias, según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.