Pasó el segundo partido de la Selección Argentina en el mundial de fútbol 2022, frente a una complicada selección mexicana. Resultó evidente que el juego dentro del campo se vivió con muchísima tensión, por lo que el triunfo por 2 a 0 dejó la sensación de alivio. Principalmente por dos razones: porque el equipo argentino mostró carácter para, a pesar de la presión que tenía sobre sus hombros, asumir la necesidad de ir a buscar el triunfo teniendo la posesión del balón y asociándose; y porque la «Scaloneta» volvió a demostrar ser verdaderamente un equipo, en el cual cada uno de los que es elegido para ingresar, puede hacer su aporte para seguir construyendo el sueño de ganar «la tercera».

Ahora bien, repasando el juego de ayer, por la segunda fecha del Grupo C, revisemos cuáles fueron las claves para que Argentina pueda derrotar a México por 2 a 0:

  • Defender cada pelota como si fuese la última: a la hora de defenderse de los intentos mexicanos por atacarlo, el equipo argentino estuvo siempre con la concentración y la rigidez que se requería para no ver que el cero en el arco propio se rompía. Si bien lo más destacados en esta labor fueron los dos centrales, Nicolás Otamendi y Lisandro Martínez, es importante remarcar que en ese aspecto del juego todos se mostraron comprometidos al máximo. Hubo jugadores como Gonzalo Montiel, Rodrigo De Paul, Guido Rodríguez y Marcos Acuña, que no estuvieron precisos con la pelota, pero cuando México tuvo la intención de atacar, ellos respondieron bien para morder y desarmar cada intento rival. Además, los que ingresaron para colaborar principalmente en ese trabajo, el tucumano Exequiel Palacios y Cristian Romero, lo hicieron de excelente manera.
  • La solvencia del «Dibu»: el arquero argentino, Emiliano Martínez, no tuvo mucho trabajo a lo largo de los 90 minutos, pero las veces en que fue necesaria su intervención lo hizo con mucha solvencia, transmitiendo seguridad al resto del equipo. Por lo general, eso se vió a partir de pelotas áreas que cayeron cerca del «Dibu» y que él atrapó con autoridad. Así como atenazó el remate más claro que tuvieron los mexicanos, desde un tiro libre de Vega que tenía destino de gol y que el arquero albiceleste (vestido de verde manzana) aseguró entre sus manos, sin dar rebote.
  • No dejar de intentar jugar: los nervios y la presión que rodeaba por completo a los jugadores argentinos, provocó que les resulte muy difícil encontrar precisión durante el primer tiempo. Durante esos primeros 45, en numerosos intentos de asociarse con velocidad, se notaba «atados» a los futbolistas de Argentina. Sin embargo, en ningún momento dejaron de intentar esas asociaciones tan importantes. Y de hecho, así fue como en el segundo período de juego el equipo y Lionel Messi pudieron encontrar un pequeño espacio para rematar al arco y anotar el primer tanto, el del desahogo, el «desatanudos».
  • Los buenos aportes desde el banco: de cara a este cotejo ante la selección de México, el director técnico Lionel Scaloni, dispuso cinco cambios en el equipo titular, pero como se señaló arriba, en la primera parte, el equipo estuvo tenso y atado, y los nuevos titulares no pudieron aportarle la fluidez pretendida al juego asociado de la selección nacional. El mejor de esos cinco fue Alexis Mac Allister, quien tuvo movilidad y mostró personalidad para buscar y pedir siempre la pelota.

Pero en el segundo tiempo, con el equipo argentino más decidido a dominar y con el gran ingreso que tuvo Enzo Fernández (57′), quizás el mejor de Argentina ayer, el juego de la «Scaloneta» recuperó signos vitales. Fernández ingresó para jugar de 5, se hizo dueño del mediocampo, distribuyó correctamente y coronó su actuación con un golazo, el 2 a 0. Otro que entró y contribuyó para una mejoría fue Julián Álvarez; aunque no estuvo del todo efectivo, «el araña» aportó mayor movilidad al ataque argentino, llevándose marcas y mostrándose constantemente como una opción de pase. Además, cuando el DT decidió que era momento de priorizar la defensa del parcial 1-0 a favor, los aportes del futbolista «famaillense» Palacios y de Romero fueron claves para no sufrir mayores sobresaltos. El «Pala» fue muy útil recuperando y cortando en el medio, y asociándose con Fernández y Messi.

  • La efectividad en ataque: se sabe que la Selección Argentina cuenta con jugadores desequilbrantes y de mucha jerarquía, a los que no hay que darles «ni un metro» porque te pueden hacer ganar un partido en una sola jugada. Y ayer, en un cotejo parejo, intenso, jugado con dientes apretados, Argentina contó con muy pocas chances de gol. Pero una de esas «muy pocas» fue para el mejor del mundo, para el que suele poner la pelota donde quiere, para Lionel Messi. El astro rosarino no falló en su remate cruzado, desde el borde de la medialuna del área, y posibilitó el festejo alocado de todos los argentinos. Además, después apareció la genialidad y la excelsa definición de Enzo Fernández, que se generó el espacio y acertó en un remate cruzado a colocar, asegurando los vitales tres puntos.

Como se dijo al inicio, la victoria ante México trajo alivio para los integrantes del seleccionado argentino, pero ese alivio no puede ni debe transformarse en relajación. Lo que se viene, el match del próximo miércoles ante Polonia, también va a ser muy trabajoso y presentará más de un escollo, seguramente diferentes a los construidos por parte de los mexicanos. Para sortearlos y salir victoriosos, los dirigidos por Scaloni tendrán que estar aún más concentrados en defensa y en el trabajo de recuperación de pelota, y lograr un juego más preciso, más fluido a la hora de tener y mover la pelota para atacar. Por suerte, los referentes del plantel, en sus declaraciones, ya dejaron en claro que son conscientes de que ese juego contra el seleccionado polaco debe asumirse y jugarse como una nueva final.