El pasado sábado 2 de marzo Vélez Sarsfield visitó a Atlético Tucumán por la octava fecha de Copa de la Liga Profesional, pero aquel encuentro, cuyo 0-0 final pasó a ser solo una anécdota estadística, volvió a ser noticia debido a las peores razones. Y es que este juves trascendió una denuncia que pesa contra cuatro futbolistas del plantel profesional del «Fortín», por un presunto abuso sexual que habría ocurrido en una habitación del hotel donde los de Liniers se hospedaron mientras estuvieron en nuestra provincia.

La acusación formal, ante la División de delitos contra las personas de la Policía de Tucumán, fue interpuesta por una joven de 24 años, con domicilio en nuestra provincia, acompañada de su abogada particular, Dra. Patricia Neme. Según contó en su declaración, la joven estudiante de periodismo deportivo llegó a la habitación 407 del hotel «Hilton», donde se hospedaba el plantel de Vélez, luego de concluido el partido ante el «Decano», pasada la medianoche.

De acuerdo a lo revelado en su relato ante la Justicia, la víctima fue contactada por el arquero Sebastián Sosa, quien la esperó en la habitación, pero con otros tres compañeros: Abiel OsorioJosé Florentín y Braian Cufré. En su denuncia también detalla que «compartió unas latas de cerveza, luego le ofrecieron fernet y después de tomar unos tragos comenzó a sentirse mal, muy mareada, por lo que se recostó en una de las camas como adormecidaFue entonces que, sin ningún consentimiento, la abusaron sexualmente». Además, luego de la agresión sufrida, a las 5:30 horas aproximadamente, «cuando se sintió un poco mejor, logró pedir un Uber y se retiró a su domicilio».

Hace escasos minutos, desde el club de Liniers informaron que tomaron conocimiento de la denuncia y que, en consecuencia, decidieron separar del plantel a Sosa, Osorio, Cufré y Florentín. Además, el club se puso a disposición de la Justicia. El caso quedó en manos de la Unidad Fiscal de Abuso contra la Integridad Sexual Número 1 de Tucumán, cuyo secretario, Dr. Javier Gonzalo, ya dispuso los exámenes de rigor a la víctima, así como también la  recolección de las prendas que ella utilizó esa noche y los videos de las cámaras de seguridad del hotel.