El Fondo Monetario Internacional (FMI) dio luz verde a la octava revisión del acuerdo Stand-By (SAF) con Argentina. Lo que permitirá el desembolso de USD 800 millones para las arcas públicas del país. Este acuerdo fue resultado de los entendimientos entre el personal técnico del FMI y las autoridades argentinas.

El informe destaca el desempeño positivo hasta el momento, con todos los criterios de desempeño cumplidos con amplios márgenes. Se alcanzaron acuerdos sobre políticas para reducir la inflación, reconstruir las reservas externas, respaldar la recuperación económica y mantener el programa en marcha de manera firme.

A pesar de los elogios, el FMI subraya la necesidad de continuar esforzándose para mejorar la calidad y equidad de la consolidación fiscal. Así como también para afinar las políticas monetarias y cambiarias y abordar los obstáculos al crecimiento. El objetivo sigue siendo alcanzar el equilibrio fiscal global sin financiamiento neto del banco central. Desde la gestión de Milei indican que se hará foco en mejorar la calidad y equidad de la consolidación fiscal. Incluyendo reformas para mejorar la eficiencia y progresividad del sistema tributario, reducir subsidios y fortalecer los controles de gasto y rendición de cuentas.

Para finalizar, indicaron que se priorizará el proceso de desinflación y fortalecimiento de las reservas internacionales y el balance del Banco Central. La política monetaria evolucionará para anclar las expectativas de inflación, mientras que la política cambiaria se volverá más flexible y se reducirán restricciones y controles cambiarios según las condiciones lo permitan. Las reformas microeconómicas en curso se espera que impulsen la recuperación económica, abordando los obstáculos a la productividad, inversión privada y empleo formal.