Qué significa no mirar a los ojos durante las interacciones según la ciencia
Las interacciones humanas están llenas de señales no verbales que muchas veces dicen más que las palabras mismas. Entre estas, la mirada juega un papel crucial, y su ausencia durante una conversación puede revelar mucho sobre la persona.
Según Marcelo Sola, especialista en comunicación no verbal y director de HCC Integral, el 55% de nuestra comunicación se transmite a través del lenguaje corporal, mientras que solo el 7% corresponde a las palabras. Esto significa que evitar el contacto visual durante una conversación puede transmitir inseguridad, desconfianza o incluso incomodidad, aunque las palabras digan lo contrario.
En situaciones clave como entrevistas de trabajo o reuniones de negocios, las personas emiten señales inconscientes que pueden reforzar o contradecir el mensaje verbal. Por ejemplo, decir que uno está contento mientras se evita el contacto visual podría generar dudas sobre la veracidad de esa afirmación.
El mito de la mentira y la mirada
Existe una creencia común de que los mentirosos no miran a los ojos. Sin embargo, estudios, como el del doctor Ronald E. Riggio de Claremont McKenna College, sugieren lo contrario: los mentirosos, conscientes de este estereotipo, tienden a exagerar el contacto visual para parecer más sinceros. Esto indica que no siempre la falta de contacto visual es un signo de engaño, sino que puede haber otras razones detrás.
La importancia de la mirada en la comunicación. La psicóloga Esther Blanco García, en un artículo para Psychology Today, destacó que la mirada cumple una función crucial tanto para quien habla como para quien escucha. Mirar a los ojos regula la interacción, indica atención y facilita la sincronización en la conversación. Por otro lado, desviar la mirada excesivamente puede estar vinculado a la timidez o la inseguridad, y en algunos casos, a la ansiedad social.
Por qué evitamos el contacto visual
Un estudio publicado en Cognition reveló que desviar la mirada puede deberse a que el cerebro necesita concentrarse en encontrar las palabras correctas, lo que hace difícil mantener contacto visual mientras se piensa en lo que se va a decir. Además, la intensidad de la mirada puede afectar la percepción emocional: mirar intensifica emociones como la ira, mientras que evitar la mirada puede sugerir vergüenza.
El contacto visual es una señal de implicación y confianza en una conversación. No obstante, factores como la timidez, la ansiedad social, o simplemente la necesidad de pensar en las palabras adecuadas, pueden llevar a las personas a desviar la mirada. Comprender estas dinámicas es esencial para interpretar correctamente las interacciones humanas y mejorar la comunicación.