En el sector editorial existen serios problemas para imprimir libros, sobre todo para las editoriales independientes y las imprentas. Con la falta de este insumo básico en la industria a nivel internacional, se profundiza en Argentina donde dos empresas, Celulosa y Ledesma, lo concentran y monopolizan para su venta.

Martín Gremmelspacher, presidente de la Cámara Argentina del Libro (CAL), explica que si bien esta situación ya preocupaba en 2022 y motivó el Primer Congreso Nacional de Libreros y Editores en noviembre en Chaco, continúa y se acentúa este 2023: «Venimos con falta de papel y desabastecimiento, es un ciclo continuo no estanco. Hoy aparece papel pero como hay tanta demanda insatisfecha se acaba y de nuevo estamos dos meses sin papel».

Esto “provoca una pérdida de rentabilidad de la industria editorial a manos de los grupos concentrados que producen papel en la Argentina. Es decir, el esfuerzo de lo producido por todo un sector que va a desde los autores hasta las librerías parece ir a engrosar los bolsillos de los que más tienen, que son los productores de la materia prima”, explican desde la CAL.

Con la 47 Feria Internacional del Libro de Buenos Aires en el horizonte, cuyo arranque está previsto para el 27 de abril, esta demanda generó un alerta a través de un comunicado firmado por la CAL en el que advertían que no peligraba la realización de este evento pero sí la diversidad de libros que puedan editarse para ese momento.

Desde la Cámara Argentina del libro están pensando en hacer una presentación a la Secretaría de Comercio para dar cuenta de la dimensión del problema, ya que si se sigue este aumento desmedido de costos de los libros no podrán subirse los precios porque sería imposible venderlos.