La crisis social que se desató en Perú luego del intento de golpe de estado por parte del entonces presidente, Pedro Castillo, y su posterior destitución, va en aumento y las protestas no cesan. Debido a esto, miles de turistas han quedado varados en distintos puntos del país andino. Asimismo, un tucumano relató que está atrapado en un pueblo de Cusco desde hace varios días. Su novia, amigos y familiares están desesperados, pues no encuentran solución por parte del Estado Argentino.

Juan, como cientos de miles de turistas en el mundo, visitó la ciudad de Cusco, en Perú. Pero lo que no imaginó, es que quedaría atrapado por culpa de un estallido social y político que ya lleva decenas de muertos y que no parece tener un pronto final.

El intento de escape

El joven tucumano, al enterarse de lo que se aproximaba, partió el lunes desde Cusco, sin embargo, su escape duró solo dos horas: una barricada impidió que el bus en donde viajaba llegue a destino.

“El día lunes voy a la terminal de ómnibus y me venden un boleto de Cusco a La Paz. Era el último día que se podía pasar porque al siguiente iba a haber protestas, huelgas y se iban a cerrar las estaciones”, le comunicó el tucumano a su novia que aguarda su regreso. “Nos aseguraron hasta el último momento que podíamos pasar, que no habría problemas”, agregó en el audio al que tuvo acceso VOVE Tucumán.

Sin embargo, cuando sentían que ya habían podido alejarse del peligro, Juan y el resto de los pasajeros comenzaban una pesadilla. “Apenas intentamos salir de Cusco, los puentes y salidas de la ciudad estaban cerradas con piedras y fuego”, relató. No obstante, “el bus comenzó a buscar un escape por calles alternativas hasta que logró salir. En la misma ruta fuimos pasando por otras barricadas”, detalló.

Atrapados en Cusco

Pero lo peor llegó cuando arribaron a una localidad llamada Checacupe, un poblado ubicado a 3.450 msnm. “El chofer, al ver que más adelante iba a ser peor, decidió detenerse en este pueblo, a dos horas y media de Cusco. Aquí son muy radicales y no dan el brazo a torcer. Tratan al turista como si la culpa de la crisis fuera nuestra”, siguió contando.

Los días pasaban y la desazón aumentaba. La gente del lugar “seguía diciéndonos con desprecio y tratándonos mal, que vamos a pasar Navidad y Año Nuevo aquí”, “no vemos esperanza que esto se vaya a liberar”, lamentó el joven.

El panorama es desalentador, sobre todo para los argentinos, ya que según Juan, de los 100 viajeros que llegaron hasta Checacupe, solo quedan 20. “El Cónsul boliviano se llevó a todos los bolivianos nada más, el Cónsul italiano les dio hospedaje pago hasta que liberen todo, los alemanes se fueron en una combi privada”, contó.

No podemos avanzar, tampoco podemos volver. No tenemos plata, nos hemos juntado entre los pasajeros para hacer ollas comunes para nosotros. Pero comemos solo una vez al día”, señaló el tucumano, que describió la terrible situación. Además, como si fuera poco, relató que “la gente del pueblo no nos vende comida”. Aunque “hay personas que se solidarizaron con nosotros y nos traen bolsitas de arroz y fideos”, pero, “si nos quiere ayudar, tienen que hacerlo a escondidas, puesto que los locales amenazan con quemarle las casas y comercios”, dijo Juan en el último audio que le envió a su pareja.

La desesperación de su novia y familiares

Desde VOVE Tucumán, pudimos contactarnos con Iliana, su novia, quién está desconsolada y preocupada. Nos comentó que se enteró de la situación de Juan recién el miércoles “porque donde está él, no tenía internet”. Además, reveló que el joven pasa las noches heladas durmiendo en el mismo bus donde viajaba y que lo notó “angustiado y sin ánimo”.

Asimismo, se refirió a los diferentes intentos de auxilio que le hicieron llegar al Estado argentino. “Él intentó comunicarse, pero no lo atendían. Tampoco pudo llamar más, porque no tiene señal ni nada”, comentó.

Ayer a la noche, luego que se difundiera un video en las redes, el Consulado se comunicó con él y le dijo que busque un hostel, que coma y duerma. Pero la cuestión es que, a esa hora, no quedaba nada abierto, y los -hospedajes- que estaban atendiendo no los querían recibir, por el tema de que los comuneros amenazan al resto de la comunidad que intenta ayudar a los turistas”, detalló Iliana.

Además, contó que los esfuerzos por parte de la familia no cesan. “Hoy mi suegra está intentando comunicarse con el Consulado peruano en Buenos Aires”, “ella vive en Amaicha del Valle”, reveló y agregó que el papá de Juan, “un señor mayor, se enteró hoy” de lo que sucede con su hijo.

La situación en Perú

A causa del agitado clima social, los hechos de violencia y la represión policial, varios aeropuertos permanecen cerrados y las aerolíneas continúan cancelando sus vuelos. A esto se le suma la suspensión del servicio de trenes que conecta Machu Picchu con Cusco.

Al respecto, el alcalde de esa región, Darwin Baca León, expresó que “es urgente la evacuación de los turistas y ya se está coordinando con la empresa PeruRail, el Gobierno regional de Cusco y la Gerencia Regional de Comercio Exterior Turismo y Artesanía (Gercetur) para determinar el mecanismo de transporte”.