La Unión Hotelera y Gastronómica de Tucumán, representada Ernesto Gettar, enfrenta desafíos significativos debido a la marcada caída en las ventas. En una entrevista radial, Gettar detalló que el sector experimentó una reducción alarmante del 30%-35% en sus ingresos. Lo que representa un golpe considerable para la economía local.

A pesar de algunos destellos positivos durante los fines de semana largos en centros turísticos específicos, la situación general en San Miguel de Tucumán y en toda la provincia es crítica para la industria de la hospitalidad y la gastronomía. Gettar enfatizó que esta caída en las ventas se ha extendido a lo largo de los últimos tres meses. Y ha terminado afectando tanto a pequeños establecimientos como a grandes empresas del sector.

Un aspecto es la pérdida de impulso en la actividad de congresos y convenciones, una parte esencial de la economía turística de la región. Aunque Tucumán solía ocupar un destacado quinto lugar a nivel nacional en este aspecto, la reactivación de estas actividades aún no se ha materializado. Lo que representa una preocupación adicional para el sector.

El presidente de la Unión Hotelera y Gastronómica también compartió la difícil realidad que enfrentan los negocios gastronómicos. Según sus palabras, muchos de ellos están realizando esfuerzos extraordinarios para mantenerse operativos, incluso reduciendo su personal y las horas extra para reducir costos. El aumento en los precios de la materia prima y de los servicios, combinado con la disminución en las ventas, ha golpeado fuertemente a los empresarios y trabajadores del sector.

Uno de los mayores desafíos mencionados por Gettar es la disminución en la capacidad de compra de la población. Lo que lleva a una reducción significativa en el consumo. Esta realidad económica ha creado un ambiente de incertidumbre para muchos negocios, que buscan estrategias para mantenerse a flote en medio de esta crisis.

En un esfuerzo por mitigar estos impactos negativos, la Unión Hotelera y Gastronómica de Tucumán colabora estrechamente con las autoridades locales para explorar opciones que puedan mejorar la situación. Una de estas estrategias incluye la posibilidad de unirse a una red nacional de turismo, con el objetivo de negociar mejores costos y condiciones para el sector. Especialmente en términos de infraestructura y apoyo económico.