Desde Chile notificaron a las autoridades de San Antonio de los Cobres, Tolar Grande, en Salta, y Susques (Jujuy) debido a la alerta naranja por «aumento de actividad sísmica« del volcán Láscar.

Cabe destacar, que se viene observando un aumento de la actividad interna desde el día 20 de enero, donde en la madrugada del día 27 se paso del alerta amarillo al naranja no descartándose la ocurrencia de nuevos pulsos eruptivos cuyo impacto estaría restringido a algunos kilómetros en torno al cráter del volcán. Para tener en cuenta el volcán Lascar hace 7.000 años no arroja magma.

El servicio especializado en el monitoreo de volcanes trasandino señaló además que se esperan posibles pulsos eruptivos con columnas que superen los 5 kilómetros de altura, proyección de bloques balísticos y dispersión de ceniza en el entorno del volcán. La alerta naranja es inmediatamente inferior a la alerta roja, que significa riesgo de erupción. Sin embargo, tras una reunión para estudiar la situación, las autoridades ampliaron el perímetro de seguridad del volcán de 5 a 10 kilómetros.

«Desde hace un mes que se vienen registrando movimientos sísmicos que idican que el volcán se está activando. Esto podría desencadenar una erupción pero que no sabemos cuándo ni qué tan grande. Entonces, en Salta, debemos estar atentos a todo lo que sucede con el Láscar ante la posibilidad de una erupción grande que el viento puede traer», dijo el geólogo de la UNSa y Conicet, José Viramonte

Cabe recordar que Jujuy fue testigo de sus efectos, ya que en abril de 1993 erupcionó y una columna eruptiva conformada por gases y cenizas tuvo una gran extensión en el territorio argentino, llegando hasta la costa atlántica a 1.800 kilómetros de distancia del volcán. La población jujeña estuvo afectada por las cenizas, provocando irritación en la vista, vías respiratorias, también hubo inconvenientes en la aviación, agricultura y en los salares.