Tras el veredicto por el crimen de Fernando Báez Sosa, el destino de los rugbiers para cumplir la condena sería en un penal inaugurado en 2019 de la localidad de Campana. Los ocho fueron encontrados culpables del homicidio, cinco fueron condenados a prisión perpetua, mientras que los tres restantes deberán cumplir 15 años.

A cuatro días de emitirse el fallo de la Justicia, los jóvenes continúan alojados en la alcaldía de Melchor Romero para mantener su integridad física ante los otros reclusos y hasta ser derivados a un pabellón. Según trascendió, ya se pidieron ocho cupos en la Unidad 57, pero resta saber si el Servicio Penitenciario Bonaerense hará lugar a la solicitud. El recinto aloja a delincuentes de entre 18 y 21 años, pero la edad se flexibilizó hasta los 25 años, por lo que los condenados podrían pasar allí la primera etapa de la condena.

La Unidad 57 tiene lugar para 616 detenidos. Está formada por cuatro módulos que incluyen celdas, talleres, un polideportivo y aulas con capacidad para 480 internos, las más grandes del SPB. También cuenta con un aula taller donde se brindan cursos de alfabetización digital. El abogado defensor, Hugo Tomei, está abocado fuertemente a la posibilidad de que sus defendidos sean alojados en ese penal. Por su parte, Fernando Burlando insistirá con una apelación para que todos los rugbiers tengan la misma pena de prisión perpetua.

Campana es la ciudad más cerca de Zárate y será más fácil que los familiares puedan ir, quienes esperan que sean derivados a esa cárcel por temor a que otros presos tomen represalias por el caso que tomó gran dimensión. Las otras opciones que se manejan son los penales de Sierra Chica, en la localidad bonaerense de Olavarría, y el de Lisandro Olmos, en La Plata.