La ludopatía es un trastorno psicológico que implica una compulsión a apostar, lo cual puede perjudicar la vida personal y social con graves consecuencias. Según lo define Manuel González Oscoy, académico de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM): “La ludopatía es una adicción psicológica que no involucra sustancias externas o del organismo en sí para desarrollarse”.

Históricamente, los jugadores patológicos eran adultos mayores de 45 años, pero la modalidad de juego virtual ha desplazado este perfil hacia jóvenes de 15 a 35 años. Debido a la accesibilidad a las apuestas online a través de dispositivos móviles.

En Argentina, según un informe del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires el 12,5% de los jóvenes argentinos de entre 15 y 24 años ha apostado online en algún momento de su vida. Esta cifra aumenta al 15,5% en el grupo de 25 a 34 años.

El fenómeno crece en preocupación cuando se observa que la edad de inicio en las apuestas baja. Una respuesta a esto adoptó recientemente la Ciudad de Buenos Aires que decidió no otorgar nuevas licencias para apuestas online. Esto con el objetivo de proteger la salud mental de los jóvenes. También el gobierno porteño implementó medidas para regular la publicidad de apuestas. Además, han intimado a influencers y celebridades a cesar su promoción, advirtiéndoles sobre posibles acciones legales.

Cuáles son los indicadores de ludopatía

El doctor Enrique De Rosa Alabaster, médico psiquiatra, neurólogo, sexólogo y médico legista, sostuvo que el niño, al igual que el adulto, ante la ludopatía ocultará su comportamiento, “buscará maneras que pueden implicar peligros diversos, dinero e irá descuidando progresivamente otras áreas, entre ellas el juego en su faceta positiva, en detrimento de esta forma más automática y de retribución comportamental inmediata”.

  1. Apostar cuando se siente ansioso o deprimido
  2. Irritación si no juega (no despegarse del Smartphone)
  3. Pedir dinero a otras personas: a otros familiares (abuelos) o a amigos, solicitando que no se lo comunique a los padres
  4. Vender sus pertenencias, como por ejemplo, otros juegos
  5. Robar a compañeros o a los padres
  6. Arriesgar aspectos importantes de su vida como amistades y estudios por el juego
  7. Búsqueda de revancha, perder dinero, pero tener la fantasía de una apuesta que lo recupere y así apostar cada vez más dinero
  8. Mentir negando que juegue con frecuencia
  9. Intentar dejarlo, pero ser incapaz