Ante un inminente jury, renunció la jueza Valeria Brand

La jueza Valeria Brand, perteneciente a Familia y Sucesiones, presentó su dimisión este miércoles, coincidiendo con el inicio del proceso de juicio político en su contra. Esta decisión surge tras cuatro denuncias graves que la relacionan con casos de menores de edad.
La Comisión de Juicio Político, por unanimidad, optó por abrir el procedimiento de destitución para investigar el desempeño de la jueza en cuatro casos de extrema gravedad. Según los denunciantes, en lugar de proteger a los menores, Brand los expuso al maltrato y los dejó desamparados frente a sus abusadores. En uno de los casos más críticos, se dictó una resolución que retiró la custodia del padre, quien crio a la niña desde su nacimiento, para entregársela a sus propios agresores.
Los denunciantes subrayaron que “en los cuatro casos, la jueza Valeria Brand siguió un mismo patrón de conducta, evidenciando un absoluto desprecio por la integridad sexual, física, emocional y psicológica de los niños y niñas”. En los casos conocidos como “Brisa” y “Rocío” (nombres para preservar la identidad de las menores), los representantes de las víctimas afirman que “la jueza Valeria Brand, en vez de proteger a las niñas y a sus hermanitos, utilizó todo el aparato estatal para revictimizarlas y atormentarlas”.
Los casos de Brisa y Rocío
Según los registros de las causas penales, “Brisa” sufrió abuso sexual por parte de su propia madre y el novio de esta cuando tenía 4 años. Por otro lado, “Rocío” fue víctima de abuso por parte de su tío materno entre los 5 y 10 años, y su madre está acusada de encubrir los abusos.
Los denunciantes agregan que “en el caso de Brisa, la actuación de la jueza puede calificarse como aberrante: dictó una resolución sacándola del cuidado de su papá —quien la criaba desde los 8 meses de vida porque su madre la había abandonado—, con el objetivo de entregarla a sus violadores: la madre y su pareja. Ante la oposición del padre de Brisa, la jueza impulsó una verdadera cacería humana por desobediencia judicial”.
En un lapso de 10 días se realizaron 16 allanamientos en un intento de “cazar” a la niña y detener al padre que la estaba protegiendo con todas sus fuerzas. “Para evitar que Brisa sea entregada a los violadores, su padre estuvo escondido con ella durante 10 días al aire libre en los cerros tucumanos, hasta que intervino la Cámara de Familia y detuvo esta cacería humana”, expuso el portal Contexto. “La madre y la pareja de esta enfrentan un requerimiento de elevación a juicio por abuso sexual con acceso carnal en perjuicio de Brisa, agravado por el vínculo y por la intervención de dos personas”, subrayaron los denunciantes.
Por otra parte, “en el caso de ‘Rocío’, sabiendo la jueza que el abusador estaba libre y que la madre visitaba su casa —según las constancias del expediente—, mantuvo a los hermanitos más pequeños de ‘Rocío’ (de 3 y 7 años) en situación de vulnerabilidad y desamparo al impedir —durante casi dos años— que el padre de los niños los cuidara a pesar de sus ruegos y del peligro en el que estaban por tener al abusador en libertad, como lo destacó una psicóloga en el expediente”.