De acuerdo a un informe publicado por Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumala), en Argentina, durante 2022, se lamentó una muerte violenta de mujeres, travestis y trans cada 22 horas. El registro fue llevado a cabo por el observatorio de esta organización con base en un relevamiento de medios gráficos y digitales.

El documento arroja cifras alarmantes, a nivel nacional hubo 233 Femicidios, femicidios vinculados y trans- travesticidios. De ellos, 194 fueron directos, 9 vinculados a niñas y mujeres, 21 vinculados a niños y varones, y 9 trans- travesticidios.

Además, a estos números, se le suman 89 muertes violentas asociadas al género y vinculadas a economías delictivas y a delitos comunes, 12 suicidios femicidas, y 58 que están en investigación. Asimismo, se registraron 425 intentos de femicidio, lo que representa que casi la mitad de las tentativas se convirtieron en realidad.

Tucumán

En Tucumán, a pesar de presentar la tasa de femicidios más baja del país, ocurrieron 3 crímenes de este tipo en 2022. A su vez, se registraron 2 suicidios femicidas, 1 asesinato en investigación y 55 intentos.

Al respecto, Yanina Muñoz, referente de la organización en la provincia, señaló que “finalizamos un año de mucho trabajo desde Mumala, resaltamos en nuestro registro de Femicidios que en la provincia de Tucumán han ocurrido 3 Femicidios, una cantidad mucho menor a los años anteriores. Es necesario que el Estado en su conjunto redoble el trabajo y refuerce las políticas públicas en materia de Género, ya que un dato que se destaca también son los 55 Intentos de Femicidios que han ocurrido, dato que marca una preocupación que debemos tener en cuenta para este 2023”.

Pobreza y violencia de género

Por último, el organismo resaltó el fuerte vínculo entre la crisis económica y la violencia de género. “La inflación acumuló en los primeros once meses del 2022 una variación de 85,3%. En la comparación interanual registró un incremento de 92,4%. Lo que genera nuestra preocupación ante el crecimiento de la feminización de la pobreza, que nos impide la independencia económica, privándonos de una educación de calidad, de asistencia médica igualitaria y del acceso a los recursos básicos generando dependencia con nuestro agresor. Las barreras económicas, sociales, culturales y de acceso a la justicia son las causantes del empobrecimiento de nuestra calidad de vida, el Estado es responsable”, concluyeron.