El agua con limón ha ganado nueva popularidad en los últimos años, principalmente por los beneficios para la salud que se le atribuyen. Como la mejora de la digestión, la hidratación y el aporte de vitamina C. Sin embargo, junto con su creciente aceptación, han surgido preocupaciones sobre los efectos adversos que su consumo regular podría tener en la salud dental.

Diversos especialistas en odontología han expresado que la acidez del jugo de limón puede afectar negativamente el esmalte dental, sobre todo si no se toman precauciones adecuadas. Aunque el agua con limón tiene propiedades beneficiosas, es fundamental considerar el impacto potencial en la salud oral a largo plazo.

En el podcast estadounidense “Am I Doing It Wrong?” (“¿Lo estoy haciendo mal?”), la dentista Stephanie Dumanian advirtió sobre los riesgos de esta práctica. Dumanian mencionó que muchos de sus pacientes consumen agua con limón cada mañana y luego se cepillan los dientes inmediatamente después, lo que, según la experta, es perjudicial. «Cepillarse justo después de beber agua con limón puede distribuir el ácido por toda la superficie dental, lo que puede erosionar el esmalte«, explicó.

El agua con limón ofrece varios beneficios, como la hidratación, el aporte de vitamina C, y la mejora de la digestión. Sin embargo, consumir esta bebida de forma regular y sin precauciones puede tener consecuencias. Como por ejemplo, la erosión del esmalte dental, mayor sensibilidad en los dientes, irritación bucal, y complicaciones digestivas, especialmente en personas con reflujo gastroesofágico (GERD). Los dentistas recomiendan beber agua con limón con una pajilla, diluir bien el limón y esperar al menos 30 minutos antes de cepillarse los dientes para minimizar estos efectos.