EL 2 de este mes, la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil no dejó un claro ganador. Los votos conseguidos por Lula da Silva y Jair Bolsonaro no fue suficiente para definir el nuevo Jefe de Estado del vecino país. Al igual que sucede en estos casos en Argentina, los cariocas deberán decidirse por uno de los dos en una segunda ronda.

Los brasileros tendrán la oportunidad de definir la continuidad del actual mandatario o devolver el ejecutivo al exlíder sindical. Esa chance será el próximo domingo 30 de octubre. Allí, más de 150 millones de ciudadanos podrán acudir a las urnas en un reñido balotaje.

Las elecciones generales de principios de mes, ninguno de los dos principales candidatos consiguió más del 50% de los votos necesarios para declararse vencedor. Lula da Silva fue el más votado, con el 48%, pero le siguió de cerca Jair Bolsonaro, con el 43%.

En tanto, el resto de los postulantes no obtuvieron una cantidad de significativa de nominaciones, aunque su apoyo a uno de los dos bandos juega un papel crucial. Simone Tebet, del Movimiento Democrático Brasilero, se quedó con el tercer lugar, alcanzando el 4%; mientras que Cearpa Ciro Gomes, del Partido Democrático Laboralista obtuvo 3% del total. En este aspecto, ambos candidatos expresaron su apoyo a Lula de cara a la segunda ronda.

Encuestas

Desde hace días, las principales encuestadores de Brasil revelan estudios que repiten resultados similares al de las elecciones del 2 de octubre. Todas ellas muestran a Lula cerca del 48% de la intención de voto, y a Bolsonaro rondando los 45. No obstante, estas cifras quedan obsoletas si los indecisos, representados por más del 6% del electorado, se inclinan por un bando.