La Provincia está preparando un decreto para establecer una serie de beneficios fiscales e impositivos para los productores agropecuarios que han sido afectados por la prolongada sequía en gran parte del país. Tras varios relevamientos realizados en las producciones agrícolas-ganaderas de la provincia, se determinó que el impacto de la sequía es severo y que los diversos sectores afectados necesitarán un respaldo oficial para enfrentar las adversidades económicas que conlleva una baja en las cosechas.

La emergencia agropecuaria fue confirmada por el ministro de Desarrollo Productivo, Álvaro Simón Padrós, luego de un encuentro que mantuvieron funcionarios provinciales y representantes de diversas entidades rurales. El decreto correspondiente, que establecerá una serie de beneficios fiscales e impositivos para los productores damnificados, será firmado por el gobernador Juan Manzur en los próximos días.

Las producciones que serán incluidas en la emergencia agropecuaria son la soja, el maíz, el poroto, sorgo, caña de azúcar y el citrus. También abarcará al sector ganadero, que ha padecido la falta de crecimiento de pastos para la alimentación. La comisión encargada de analizar estas cuestiones elevará el acta correspondiente el próximo lunes para que se dicte el decreto que tendrá vigencia por un año a partir de su publicación en el Boletín Oficial, con la posibilidad de extender la emergencia por 12 meses más si la escena se mantiene.

Emergencia nacional

Padrós expresó que una vez que se tome esta medida, la Provincia podrá solicitar que esa situación sea homologada por la Comisión Nacional de Emergencias y Desastres Agropecuarios, que ya resolvió los planteos de la zona núcleo, particularmente de Santa Fe, Buenos Aires y Córdoba, también afectada por la sequía. La declaración de emergencia agropecuaria nacional permitiría a los productores tucumanos gozar de beneficios impositivos nacionales, la suspensión de juicios de ejecución fiscal y diferimiento de pago de tributos federales.