Lo que se refleja en la agenda pública se replicó en el año legislativo: debates sin consenso. Es que el 2022, en el Congreso, dejó un saldo de apenas 37 leyes sancionadas. A pesar de que, en ambas cámaras, las reuniones de comisión volvieron a alcanzar picos prepandémicos. Lo que se viene en el 2023 no será sencillo, con una coyuntura que precisa sesiones extraordinarias para soluciones en un año electoral.

Según un informe de la organización internacional Directorio Legislativo, con sedes únicamente en Washington D.C. y Buenos Aires, las 37 leyes se sancionaron en el marco de 26 sesiones del período ordinario del 2022. En abril y diciembre no se dictaminó ninguna. Esa cifra nos retrotrae al 2018 (36), por debajo de las 75 promulgaciones anuales que promedia en la última década. En el 2021, el Poder Legislativo sancionó 52 leyes.

El escenario de ambas Cámaras, se expresa que no existe quórum ni agenda posible, sin consenso entre los bloques. Ese es uno de los argumentos que explica el crecimiento en las reuniones de comisión, que ascendieron a 490 encuentros en todo el 2022, casi el doble del año anterior (267). Sin embargo, la vocación en el debate no se traduce en un mayor volumen de leyes. Para volver a encontrarnos con ese nivel de intensidad comitiva hay que revisar las estadísticas, nuevamente, del 2018: 668 reuniones.

Presentismo en Diputados

La Cámara de Diputados de la Nación publicó el informe anual de asistencias para sus quince sesiones. Entre las que se contabilizaron una asamblea legislativa y catorce reuniones ordinarias. Aunque el índice de presencialidad general fue del 93,22%, el porcentaje se redujo en comparación con el 2021 (94,10%) y el 2020 (93,94%). Sólo hubo asistencia perfecta el 25 de octubre, cuando se debatió el Presupuesto 2023. Mientras que, la sesión con mayor ausencias (41 en total), fue la del 3 de septiembre, cuya para repudiar el intento de magnicidio contra la Vicepresidenta.

Con un alto porcentaje de legisladores con asistencia perfecta durante todo el año, la diputada con mayor grado de ausencia fue la santiagueña Graciela Navarro (Frente de Todos). Aunque, entre sus siete faltas, se contabilizaron seis por licencia. Con ausencias sin justificación, aparece el tucumano Carlos Cisneros (FdT) con seis; los porteños Ricardo López Murphy (Republicanos Unidos, una con licencia) y Mariana Zuvic (CC-ARI) con cinco. Y cierra el bonaerense Florencio Randazzo (Identidad Bonaerense) con cuatro.