El Centro de Procesamiento de Datos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) dio un paso gigante en materia de ciencia. Y es que puso en funcionamiento la supercomputadora llamada Clementina XXI. De esta manera, la Argentina pasó a integrar el exclusivo grupo de naciones que cuentan con una máquina de estas características. La cual, que se encuentra entre las cien más potentes a nivel global.

El avanzado artefacto fue puesto en operaciones esta mañana, en un acto que se realizó en la sede del SMN de Av. Dorrego 4019, de la Ciudad de Buenos Aires. “La ciencia argentina se debía una computadora de alto desempeño como Clementina XXI”, dijo en la inauguración la doctora Celeste Saulo. Quien se encuentra a cargo del SMN y es directora electa de la Organización Meteorológica Mundial.

En términos de capacidad, esta supercomputadora se sitúa en el lugar 82 a nivel mundial. Y es 40 veces más eficiente que la máquina más avanzada que se encuentra actualmente en Argentina (Huayra Muyu), que es empleada por el SMN para sus pronósticos meteorológicos. Y también ocupa la mitad del espacio que esta.

Además, Clementina XXI se consolida como la segunda supercomputadora más potente de América Latina, ya que es superada únicamente por una que está ubicada en Brasil. La adquisición se realizó bajo el paraguas de la Estrategia Nacional de Supercómputo. Es una colaboración entre los ministerios de Ciencia y Defensa, el SMN y el CONICET. La empresa Lenovo ganó la licitación para proveerla, y su compra fue financiada por el Ministerio de Ciencia a través de un préstamo del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).

Capacidad de cómputo

El nuevo equipo tiene una capacidad de 15,4 petaFLOPs lo que la ubica en el puesto 82 entre las cien computadoras más potentes del mundo. Además, se convertirá en el dispositivo más importante para uso abierto científico de toda Sudamérica. Solo Brasil tiene máquinas más grandes, pero utilizadas en el ámbito privado, según informó Pablo Mininni, profesor de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Es un salto enorme. Si tenemos en cuenta que la computadora más importante que tenemos actualmente, tiene unos 340 TeraFLOPS, implica que el nuevo equipo es casi 40 veces más grande. Y comparado con las máquinas más grandes abiertas para el sistema científico, es más de 80 veces más potente”, aseguró Mininni.

Una vez que la computadora comience a funcionar, se lanzarán llamados periódicos abiertos anuales o semestrales. De los cuales, podrán participar científicos de todas las jurisdicciones del país. Cada grupo interesado deberá presentar un proyecto explicando qué es lo que quieren hacer y cuál es el tiempo que necesitan. Una vez evaluado por pares, se les asignará una determinada cantidad de horas de trabajo en la supercomputadora.