El plantel de Colón de Santa Fe se entrenó hoy con custodia policial debido a la presencia de barrabravas en la práctica del martes, que derivó en la suspensión de los trabajos. En tanto, el presidente José Vignatti brindó duras declaraciones donde pidió «despojarse de hipocresía» respecto del accionar de los hinchas violentos en el fútbol.

Mientras los jugadores volvieron a las prácticas en el predio sabalero a las órdenes del técnico Adrián Marini, Vignatti se reunió con el ministro de Seguridad de la provincia, Rubén Rimoldi. «Acá hay que despojarse de hipocresía. Todo el que rodea al fútbol sabe como nosotros respetamos todas las instrucciones que nos dan las autoridades«, indicó el presidente al ser consultado sobre una supuesta connivencia dirigencial con los barras.

En declaraciones realizadas a la salida de la sede del Ministerio de Seguridad, el titular Sabalero añadió que «no somos Robin Hood ni nada por el estilo, somos simplemente directivos que van a trabajar ad honorem al club». Vignatti agregó que sobre el apriete de los barras «está actuando la Fiscalía» y que ellos como comisión directiva deben ser «muy reservados para que las autoridades hagan lo que tienen que hacer».

El club santafecino no atraviesa su mejor momento luego de haber arrancado la temporada con la ilusión de pelear la Copa Libertadores. Luego del mal momento con la barra, referentes del plantel analizan rescindir sus contratos, entre los que están Luis Miguel Rodríguez y Wanchope Abila.